La lucha por la igualdad en los Juegos Olímpicos de Tokio

La lucha por la igualdad en los Juegos Olímpicos de Tokio

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Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 han sido los primeros que han tenido que aplazarse debido a la pandemia mundial del coronavirus. Sin embargo, estos también pasarán a la historia porque están enfrentando varios retos y discusiones que han dado sus atletas en materia igualdad, de derechos LGTBIQ+ y por supuesto en feminismo.

Para empezar, es importante decir que por primera vez en la historia según la asignación de cupos por deporte, la mitad de atletas participantes serán mujeres y el programa de competencias incluye 18 pruebas mixtas. Esto es relevante porque aunque los primeros Juegos Olímpicos de la edad moderna se realizaron en 1896 fue hasta 1920 que las mujeres pudimos participar oficialmente, evidenciando su tradición absolutamente masculina. Para estos juegos y por primera vez en la historia las mujeres tendremos presencia en todos los deportes.

Otro hecho relevante, es que por primera vez en la historia de las competencias deportivas está participando una atleta transgénero, se trata de la levantadora de pesas Laurel Hubbard quién ha sido seleccionada por el equipo nacional de Nueva Zelanda en esta disciplina. Hubbard tiene 43 años y empezó su proceso de reasignación de sexo en 2012 y hasta la fecha había participado únicamente en competiciones masculinas.

La selección de Hubbard, por supuesto, ha provocado una fuerte polémica en el mundo del deporte, pero sin ninguna duda la única forma de alcanzar la igualdad y la inclusión de las personas transgénero es normalizar su participación en todos los ámbitos de la vida cotidiana, y esto incluye evidentemente competiciones deportivas.

Las personas homosexuales y transgénero -como bien sabemos- sufren a menudo la discriminación y los prejuicios de la sociedad. Sus derechos no siempre están reconocidos y en algunos países incluso son perseguidos y criminalizados.

Es por esto que acciones como estas son muy importantes, ya que el deporte puede convertirse en una plataforma muy poderosa para normalizar la diversidad y la igualdad. Aún el camino por recorrer es bastante, pues muchos deportistas todavía esconden su orientación sexual por miedo a la reacción de la afición o porque temen perder contratos o patrocinios, pero al mismo tiempo, cada vez hay más acciones que defienden los derechos de esta comunidad.

Por otro lado, debido a protestas de importantes atletas como Alex Morgan, jugadora de la selección estadounidense de fútbol y otras deportistas de alto nivel, el Comité Olímpico decidió permitir que las atletas lactantes viajaran a Tokio en compañía de sus hijos e hijas. Esto porque debido a las restricciones por la pandemia las atletas debían viajar solas, lo que generó un gran debate en redes sociales donde las competidoras se preguntaron si con esta restrictiva medida las obligaban a decidir entre ser madres lactantes o deportistas olímpicas.

Las protestas y presiones finalmente lograron que las atletas olímpicas que son madres puedan seguir amamantando a sus hijas e hijos, lo que es central por dos motivos: por un lado visibiliza la importancia de la lactancia y por otro la necesidad de tener en cuentas las particularidades que enfrentamos las mujeres en nuestra vida cotidiana, algo que es imprescindible a la hora de construir un mundo más equitativo.

Otra polémica de este estilo ha sido la generada por el equipo de balonmano playa de Noruega, quienes han plantado cara a la Federación Europea de balonmano y se han presentado a diversos campeonatos con mallas cortas en vez del bikini obligatorio. Las jugadoras han expresado en múltiples ocasiones su contrariedad ante un código de vestimenta que consideran altamente sexista y que las hace sentir incómodas en el campo de juego. Aunque esta discusión no ha tenido un buen desenlace debido a la intransigencia de las federaciones que han amenazado con multas e incluso con la descalificación de los equipos -por no usar el bikini obligatorio-, las jugadoras han puesto en el debate público la sexualización a la que se ven sometidas las deportistas y la carga adicional que representa en sus carreras como deportistas profesionales.

Y es que el feminismo ha logrado precisamente eso: nombrar prácticas y situaciones violentas e injustas para nosotras que antes se veían como totalmente normales, cuestionando todos los espacios en los que estamos y volviéndolos mucho más justos y equitativos.

Para terminar es importante recordar a Ximena Restrepo Gaviria. Muchas y muchos no sabemos quien es -y es la primera vez que la escuchamos nombrar- aún cuando es la primera mujer colombiana en lograr una medalla olímpica, fue en 1992 durante los Juegos Olímpicos de Barcelona.

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