LOS NIÑOS Y EL CONFINAMIENTO

LOS NIÑOS Y EL CONFINAMIENTO

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La infancia es una etapa determinante donde formamos el carácter, aprendemos a gestionar las emociones y elaboramos un concepto de nosotros mismos que marcará nuestras actitudes,  la forma de relacionarnos y de resolver conflictos en la edad adulta. Pero,  ¿cómo puede afectar el confinamiento la salud mental de los niños?, no existen estudios a razón de lo nuevo de la situación, lo que sabemos es que dependiendo de la edad pueden padecer estrés agudo y ansiedad que desencadenará comportamientos no                                                                               acostumbrados.

Los niños entre los 0 y 2 años se sentirán como se sienten sus padres, mientras que los niños en edad escolar extrañaran ver a sus amigos del colegio y a sus maestros, su antigua rutina, correr, jugar al aire libre;  entre los 8 y 9 años el sentimiento de pertenencia grupal  hace más difícil este tiempo lejos de sus iguales, aspecto que incrementa su importancia en la adolescencia. Es normal que se tornen irritables, que presenten pesadillas o  trastornos de sueño, miedo, no querer dormir solos, desánimo y en algunos casos puede ocurrir que los más pequeños si habían dejado el pañal tengan que retornar a él, o que de vez en cuando mojen la cama. Debemos resaltar que el cerebro del niño no percibe el mundo de la misma forma que nosotros, no le pidamos que actúe como adulto.

Es importante hablar de la situación, explicarles que está sucediendo y darles solamente la información necesaria según su edad, que sepan que volverán al colegio, volverán a encontrarse con sus amigos y a vivir lo que tanto extrañan, preguntarles como están, desde la calma y la serenidad, escucharlos atentamente; si se les dificulta contarnos como se sienten debemos empezar por decirles como nos sentimos nosotros. Podemos pedirles que dibujen sus sentimientos y de esa manera hacer más divertido y ameno el momento. Entendamos que para ellos puede ser difícil  asimilar lo que está pasando, que de un momento a otro se tengan tantas restricciones y límites produce confusión, y si para nosotros es  complicado, mucho más para el niño; así que debemos ser más amorosos, abrazarlos, mimarlos, darles esa seguridad que necesitan, y trabajar en nuestras propias emociones; si nosotros como padres estamos tranquilos, ellos podrán llevar mejor la situación.

Las recomendaciones para hacer el confinamiento más llevadero para nuestros niños serian:

Facilitar los recursos necesarios para que los más grandes puedan comunicarse con sus amigos y familiares  cuando lo deseen, establecer una rutina diaria, ojalá  diseñada por todos los miembros de la familia, donde se mantenga un balance entre los deberes del colegio, si es el caso, y el entretenimiento; ser flexibles los fines de semana y hacer actividades diferentes, dedicar espacio para el ejercicio y para el descanso, acostumbrarlos a disponerse para dormir y leer en familia antes de ir a la cama o hacerles un masaje, esto les asegurará un sueño más placentero; utilizar el internet de forma educativa motivándolos y haciendo seguimiento de un aprendizaje nuevo que les permita aprovechar el tiempo frente a las pantallas; buscar la forma de que tengan lugar para saltar y moverse adecuando el espacio, corriendo los muebles, armando la carpa en la sala por ejemplo; dedicar tiempo exclusivo diariamente para estar con ellos, escucharlos atentamente y jugar. Recordemos que jugar con nuestros hijos tiene grandes beneficios para su bienestar y felicidad, facilita el apego y fortalece el vínculo, los hace sentir importantes y ayuda a potenciar su desarrollo y aprendizaje.

Si somos comprensivos, pacientes y estamos atentos a ayudar a nuestros niños con esos sentimientos que aún no pueden gestionar, les estaremos facilitando esta dura etapa, mejoraremos su forma de comunicar sus deseos, inquietudes, sentimientos y sensaciones y contribuiremos a que recuerden el confinamiento como una anécdota más que  en su momento fue difícil pero que no tendrá mayores afectaciones en su futuro. En un ambiente de seguridad los niños tienen mayor capacidad de adaptación que nosotros los adultos por eso es importante que sientan que a pesar de tener algunos miedos no perdemos el control ante la situación. Por ultimo disfrutemos de este tiempo al lado de nuestros hijos. Les dejo esta  frase del psicólogo Carlos González que considero importante mantenerla presente siempre: “La infancia es fugaz, que nuestra obsesión por corregirla no nos impida disfrutarla”.

 

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