¡Pues no de papaya!

¡Pues no de papaya!

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Telegram
Email

Vamos a ayudarle a la alcaldía de la ciudad de Bogotá y a “nuestra amada y respetada” policía metropolitana, con algunas ideas para mejorar el tema de seguridad. Pues porque esta pobre gente anda embolatada, resolviendo temas más importantes como el metro, que les quita mucho tiempo. 

¿Cómo prevenir los hurtos en la ciudad? Pues bueno lo primero es, no tenga celular. Porque este objeto inútil de comunicación, es deseado por los ladrones. Si de casualidad tiene, déjelo en la casa, allí estará más seguro. Pero si insiste, pues ande con la famosa flecha a la mano, por si le piden el celular en medio de un atraco, entrega el celular viejito. Si es muy necesario, pues no compre un teléfono tan costoso y mucho menos lo envié a varias cuotas. No olvide esconderlo entre sus genitales.

 Tampoco ande con dinero en efectivo, solo lo de los pasajes, únicamente recargue su tarjeta de Transmilenio, arme paqueticos de dinero y guarde en las medias, en la chaqueta y el pantalón. Jamás duerma en el bus, llame a su casa cuando va a llegar para que lo esperen en la puerta, o mejor no regrese a casa después de las 8:00 pm. “Qué necesidad tiene de estar dando papaya”.

 Básicamente, esta fue la respuesta de las autoridades cuando me acerqué a poner la denuncia sobre mi robo.  A ver les cuento; ocurrió hace un par de semanas, cuando regresé a mi casa un día viernes a las 9:40 pm en la localidad de Kennedy, entre la avenida Villavicencio con avenida Bomberos. 

Caminaba por la calle, me encontraba abriendo la puerta de mi casa, de repente vibró mi teléfono, pues alguien reaccionó a un audio que envié imitando a la “Chiqui Bombom” en su video de “buenas, buenas” cuando escuché que alguien me gritaba, no recuerdo lo que decía; miré levemente y noté que me apuntaba con un arma. Todo fue tan confuso, no recuerdo ver a nadie en la calle, se esfumaron todos. 

Mi reacción fue salir a correr, no me importo mucho el arma, escuche disparos al aire, pero yo seguía corriendo, tal vez pensé “pues si tiene un arma, no creo que la utilice para robar teléfonos, debe ser para intimidar” Observe un parqueadero en menos de dos metros así que grite ¡auxilio! ¡auxilio! No sé cuántas veces.

 Sabía que, si me escondía en aquel parqueadero, estaría seguro; pero de la nada, apareció un motociclista que me seguía, era el compañero del ladrón, así que me subí al andén, pero el hombre armado, me cogió de alguna forma, me había alcanzado; mientras forcejeamos, guarde el teléfono en el pantalón, pero el hombre disparó junto a mi oreja, yo solo escuchaba un zumbido. 

Me solté, corrí un poco y me paralice así que me caí al suelo. Algunos vecinos dicen que me dieron varias patadas, pero no recuerdo. Solo sé, que me levanté y corrí hasta la puerta del parqueadero, allí me atravesaron la moto, pero salté la llanta adelante. Una vez en el parqueadero, empecé a ver borroso, puse mi mano izquierda en la cabeza y tenía mucha sangre.  Me metí debajo de un carro, traté de llamar a alguien, pero no pude utilizar el celular. 

 Después entró una moto al parqueadero, eran unos policías, así que yo salí y vi muchas personas que hablaban entre ellas, preguntaban algo y me desvanecí.

 Los policías no los volví a ver, iban detrás del carro que me llevaba a urgencias y en una curva se perdieron. Los ladrones escaparon, no se llevaron nada más que su pistola traumática, yo me quedé con mis objetos personales y diez puntos en la cabeza; todavía no sé si fue por el disparo o un cachazo en medio del forcejeo.

 Nadie respondió por nada, la denuncia “sabrá Dios si quedó registrada” Pero a esta gente armada no le importa nada.  Aunque no me quitaron mis cosas, vivo con una constante angustia, me robaron mi tranquilidad y la seguridad que solo en la casa uno tiene.

 Días después escuché sobre muchos más robos; durante toda mi vida no me había pasado algo semejante. Ya nadie le cree a la policía, ya nadie le cree a la alcaldesa, ya nadie está seguro.

 

Las opiniones realizadas por los columnistas del portal www.laotravoz.co no representan la identidad y línea editorial del medio. Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir con respeto.

Heading Element

Las opiniones  realizadas por los columnistas  del portal www.laotravoz.co  no representan la identidad y línea editorial del medio.
Les invitamos a leer, comentar, compartir y a debatir con respeto.

La Otra Voz
Scroll al inicio